lunes, 26 de mayo de 2014

Orgullosa de ser del Atletico de Madrid

Quien me iba a mi a decir hace unos años que estaría escribiendo algo sobre fútbol, sobre el sentimiento atlético que tras este fin de semana me recorre…
Este fin de semana he tenido una revelación, he descubierto que mi apoyo a este equipo no se debe sólo a mi afinidad con mi eterno compañero, sino que ha nacido en mi una pasión, un orgullo atlético que se que me acompañará hasta el fin de mis días.
Que no se nos olvide quien ha sido el campeón de liga de este año, que aunque muchos se empeñen en decir que es el título más fácil de ganar, hay que ganarlo, y este año lo ha hecho el Atlético de Madrid. Este equipo humilde, que ha logrado el respeto y el reconocimiento de muchos, y aunque otros se empeñen en no reconocerle el mérito, la realidad es esa, ha pasado de ser un equipo del que antes casi ni se hablaba ni se temía, a tener sus pequeños minutos de gloria en los telediarios, y estoy segura que seguirá teniéndolos.

El por qué de mis palabras en referencia a este tema es porque el pasado fin de semana he tenido la enorme suerte de vivir el ambiente en primera persona, desde el corazón de la final. He pasado cerca de 20 horas metida en un autobús para viajar a Lisboa. He disfrutado como una enana del ambiente, demostrando al mundo entero que ambas aficiones son capaces de convivir estos momentos con cordialidad y respeto.


Y aunque finalmente la copa se la haya llevado el Real Madrid (enhorabuena por la décima), que a nadie se le olvide que durante 93 minutos el Atlético de Madrid les hizo sufrir, les hizo sudar hasta que la diosa fortuna se les apareció. El resultado final, desde mi punto de vista, nada tiene que ver con lo que fue el partido. Vale que ninguno de los dos equipos hizo el partidazo de su vida, pero emocionante lo fue un rato.

Y como bien dijo el Cholo, hoy quiero ver a todos los atléticos con la cabeza bien alta, mostrando ese orgullo atlético, que aunque sigamos siendo el “vecino pobre”, los que tengan algo de sensatez tendrán que reconocer que se ha ganado el respeto de Europa.

Hoy me invade un sentimiento de desolación pero también de orgullo y coraje, porque tras rozar la gloria el Atlético de Madrid ha demostrado como es la cruda realidad, como en dos minutos te puede cambiar la vida, pero no hay que rendirse ante la adversidad, hay que seguir adelante, como con esta maldita crisis. Así que cabeza “p’arriba, y p’alante”.

Aupa Atleti!!